Mariajo, la «pequeña» de la familia!, se ofreció a hacer de modelo para mí, teníamos que hacer una exposición e iba a ser la primera vez que me enfrentara yo solo a: los flashes, disparador, paraguas, ventana, fotómetro, fondos, luces, reflejos, etc, sin la supervisión ni ayuda de profesora ni compañeros. Me vino muy bien su ofrecimiento, ya que tiene la paciencia necesaria para aguantar la inexperiencia del momento, las repeticiones, la inseguridad y sobretodo lo perfeccionista que soy (aunque después no quede reflejado).
Una foto, otra, otra más, y otra… no acabábamos de encontrar el encuadre, ni ella estaba cómoda, hasta que, se echó al suelo. Ahí es donde se encontró agusto, e intentamos sacarle partido.
Un gracies per cada foto!!