Salímos temprano de Valencia, más bien de madrugada, y paramos en un restaurante de carretera a desayunar. Todavía no había salido el sol, pero no tardaría. De hecho, la luna todavía nos acompañaría un buen rato. De camino, era curioso ver como al frente teníamos noche cerrada, sin embargo por el retrovisor se aclaraba el cielo por momentos. Salimos del restaurante y me encontré con este «casi amanecer». No podía dejar sin inmortalizar esos colores. Abrí el maletero del coche y saqué la cámara. Me encanta!!